martes, 18 de junio de 2013

COAG-Jaén pide la reducción de los mínimos para recibir la ayuda específica al algodón

Debido a los retrasos en la campaña de siembra por la mala meteorología


COAG-Jaén pide la reducción de los mínimos para recibir la ayuda específica al algodón


El frío y la lluvia han provocado que la campaña de siembra del algodón se haya retrasado en un mes, por lo que va a ser difícil alcanzar el mínimo exigido por hectárea para poder cobrar esta ayuda.


Jaén, 18 de junio de 2013. COAG-Jaén solicita para la campaña actual la reducción de los rendimientos mínimos indicativos (1.000 kg/ha para regadío y 500 kg/ha para secano) necesarios para poder percibir la ayuda específica al cultivo del algodón.

El motivo de esta petición es que el desarrollo del algodón se encuentra muy atrasado debido a la lluvia y las bajas temperaturas de las últimas semanas, con lo que se acumula prácticamente un mes de retraso. En años anteriores, la siembra del algodón se ha realizado durante la última quincena de abril, mientras que muchos algodoneros se han visto obligados a hacerlo en mayo debido a que la meteorología ha impedido hacerlo antes. Pero, además, la superficie sembrada en fechas tempranas también ha sufrido las inclemencias del frío, por lo que existe escasez de plantas por hectárea y el desarrollo está siendo peor de lo esperado.

De esta forma, y ante la previsión de una mala cosecha, existe el peligro de que por motivos meteorológicos, no se pueda alcanzar el mínimo exigido para percibir el pago de la ayuda específica. Por esta razón la Coordinadora solicita que, en aplicación de la normativa autonómica que regula la ayuda específica al algodón, las circunstancias climatológicas acaecidas en la provincia sean tenidas en cuenta para reducir los mínimos exigidos para el cobro de la ayuda.

Especialmente perjudicada ha sido la comunidad de regantes de las Vegas Bajas del Guadalquivir de Andújar. Su caso es profundamente grave ya que la caída de un rayo dañó un transformador, por lo que ha sido necesario mantener largas gestiones con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para obtener agua para el riego. Finalmente han podido regar la superficie sembrada de algodón, pero con 20 días de retraso, lo que ha provocado la pérdida de la semilla y ha hecho necesaria la resiembra que han realizado algunos algodoneros, mientras que otros ni siquiera han podido ya hacerla.

Intereses comerciales amenazan 10 siglos de tradición y prestigio en la elaboración del brandy

Intereses comerciales amenazan 10 siglos de tradición y prestigio en la elaboración del brandy

- El sector vitivinícola español denuncia movimientos del lobby de bebidas espirituosas para que se reduzca a la mitad el porcentaje de destilados de vino necesarios para la elaboración de esta bebida y se sustituyan por alcoholes procedentes de la destilación de subproducto, sólo autorizados para usos industriales.

- España, principal productor y suministrador de alcoholes de uso de boca, sería el país más perjudicado.
- Productores, cooperativas y destiladores han solicitado una reunión al Ministro Arias Cañete para abordar esta cuestión.

Madrid, 17 de junio de 2013. Representantes vitivinícolas de ASAJA COAG, UPA, Cooperativas Agro-alimentarias de España y de la asociación de destiladores ADEVIN han solicitado por carta al Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, una reunión para analizar en profundidad los movimientos comunitarios del lobby de bebidas espirituosas para modificar el reglamento comunitario regulador de estas bebidas, concretamente en lo que atañe a la elaboración de brandy y analizar las previsibles repercusiones negativas para el sector vitivinícola español.

Productores, cooperativas y destiladores ha tenido conocimiento de los movimientos existentes a nivel europeo, pero principalmente en España, para cambiar la actual definición del producto brandy (o weinbrand) que, según el Reglamento (CE) 110/2008, es “la bebida espirituosa obtenida de aguardientes de vino, destilados a menos de 94,8% vol., siempre que dicho destilado no exceda el 50% en grado alcohólico del producto final”.

ASAJA COAG, UPA, Cooperativas Agro-alimentarias y ADEVIN consideran totalmente inaceptable permitir en la elaboración de brandy el uso de hasta un 50% de alcohol procedente de la destilación de subproductos, cuyos únicos destinos reglamentarios actuales son los usos industriales y carburantes. Hay que recordar que Francia habilitó años atrás un mecanismo fraudulento para permitir el uso de estos alcoholes industriales en la fabricación de bebidas alcohólicas, y que el sector vitivinícola español y la propia Administración española han logrado con gran esfuerzo que la Comisión Europea desautorice dicha práctica por ir contra la vigente reglamentación comunitaria y por suponer una ventaja competitiva sustentada por una práctica desleal con el resto del sector vitivinícola comunitario.

Según la información recabada se pretende ir más allá, permitiendo crear una nueva categoría de producto brandy (el blend brandy) para cuya fabricación se propone permitir el uso, hasta un 49%, de otros alcoholes agrícolas de procedencia distinta de la uva, como las melazas u otras materias primas de contenido sacárico, lo cual es absolutamente intolerable para el sector vitivinícola español. Conviene recordar las múltiples batallas libradas históricamente por el sector vitivinícola español y de todo el sur europeo y las respectivas Administraciones Públicas afectadas, en contra de la chaptalización, para tener que aceptar ahora el uso de alcoholes de otras procedencias en la fabricación de falsos brandies.

De modificarse el reglamento en los términos consignados, nuestro sector vitivinícola saldría gravísimamente perjudicado, al ser el mayor proveedor de materia prima para la obtención de alcohol de uso de boca, cuyo principal destino es la elaboración de brandy, una bebida que quedaría totalmente desvirtuada respecto a su trayectoria y prestigio tradicionales. Además, dejaría de utilizarse un gran volumen anual de vino, con el elevado riesgo de generar varios millones de hectólitros de excedentes en el sector, con los consiguientes desequilibrios en el mercado e importantes repercusiones negativas para los productores españoles, beneficiando además en exclusiva a los países que ya se benefician de la práctica de la chaptalización.